martes, 1 de julio de 2008

UNA DE FÚTBOL

Dicen que no se habla de otra cosa. Doy fe de que hay multitud de temas de conversación estos días ajenos al fútbol, aunque resulta difícil abstraerse a la pasión colectiva que ha despertado la selección tras su ¿inesperado? ¡anhelado! triunfo en la Eurocopa. Uno está en su perfecto derecho de impermeabilizarse ante esta marea pasajera de cánticos, celebraciones y banderas al viento. Pero tampoco se va a resquebrajar la escala de valores de nadie por dejarse contagiar por esa emoción, efímera y trivial, por el nulo efecto que causa sobre la vida del común de los mortales que habitamos a este lado del mapa.

-No te perderías el partido...
-Sólo pude soportar el tiempo de descuento.
-No tendrías uñas suficientes para los 90 minutos previos, pero es la parte más deseada, justo cuando el árbitro pita el final y llega la alegría que se llevaba esperando durante 44 años.
-Cuántas tallas habréis engordado los forofos...
-Daba muy buena impresión esta selección y el contraste con el entrenador más viejo de la Eurocopa hacía presagiar algo bueno.
-Tanta gente esperando que España diera la campanada, como para fallar.
-Siempre se decía que España lo único que hacía era animar las competiciones pero que nunca daría el salto definitivo, pues ya tocaba callar bocas.
-Lo de aficionado habría que ponerlo entonces en negrita, cursiva y subrayado
-Uno entre 46 millones de españolitos, y hay más cosas además del fútbol, pero al menos... ¡¡¡Pudimossss!!! Y mientras más de uno se olvida de la desaceleración. Pero bueno, mujer, ¿no te cansas de hablar de fútbol?
-¿?

---------------------------------------------------------------

UNHA DE FÚTBOL
Din que no se fala doutra cousa. Dou fe de que hai multitude de temas de conversación estes días alleos ao fútbol, aínda que resulta difícil abstraerse á paixón colectiva que espertou a selección tralo seu ¿inesperado? ¡anhelado! trunfo na Eurocopa. Un está no seu perfecto dereito de impermeabilizarse ante esta marea pasaxeira de cánticos, celebracións e banderas ao vento. Pero tampouco se vai crebar a escala de valores de ninguén por deixarse contaxiar por esa emoción, efímera e trivial, polo nulo efecto que causa sobre a vida do común dos mortais que habitamos a este lado do mapa.

-Non perderías o partido...
-Só puiden soportar o tempo de desconto.
-Non terías unllas abondo para os 90 minutos previos, pero é a parte máis desexada, xusto cando o árbitro pita o final e chega a ledicia que se levaba agardando durante 44 anos.
-Cantas tallas teredes engordado os forofos...
-Tiña moi boa impresión esta selección e o contraste co entrenador máis vello da Eurocopa facía presaxiar algo bo.
-Tanta xente agardando que España dera a campanada, como para fallar.
-Sempre se dicía que España o único que facía era animar as competicións pero que nunca daría o salto definitivo, pois xa tocaba calar bocas.
-O de siareiro entón habería que poñelo en negriña, cursiva e subraiado
-Un entre 46 millóns de españolitos, e hai máis cousas ademais do fútbol, pero polo menos... ¡¡¡Puidemosss!!! E mentres, máis dun esquece a desaceleración. Pero muller, non cansas de falar de fútbol?
-¿?

No hay comentarios: